“´Tu destino te lo marcas tú´: eso enseñamos en la Masia”
Tengo 42 años. Nací en Bell-lloc y vivo en Sant Joan Despí. Fui
portero de hockey patines y soy pedagogo. Dirijo la Masia del Barça
desde hace diez años. Estoy casado y tengo una hija, Carla (13).
¿Política? Personas con proyectos coherentes. Creo en Dios, sin
practicar mucho.
Qué es lo mejor que se ha dicho sobre la Masía?
Lo que dicen los chicos que han residido aquí: “¡Fueron los mejores años de mi vida!”.
¿Cuántos han residido?
Han pasado por aquí 540 en 32 años. Hasta ahora eran 60 plazas, pero en la nueva Masia van a ser 80.
¿A qué edad llegan y a qué edad se van?
Algunos llegan a los 12 años, como Iniesta o Messi. Pero la mayoría a
los 15 y 16 años, o a los 17, como Puyol. Viven aquí hasta los 18.
¿Qué jugadores se han formado aquí?
Xavi, Bojan, Pedro, Valdés, Jeffren…
Iniesta me contó lo mucho que lloró sus primeras noches en la Masia…
Sí, Andrés lo pasó muy mal: alejado de su familia, estaba muy
triste. Pensó en dejar la Masia y volverse a Fuentealbilla… Hablé con
sus compañeros para que le ayudasen.
¿Cómo?
Arropándole, saliendo en grupo, yendo al cine… Y pedí a la familia
que, en vez de visitarle cada fin de semana, lo hiciesen cada dos.
¿Por qué?
Andrés anhelaba su visita y cuando se iban los añoraba mucho. Pensé
que espaciar esa visita podría ayudarle. Y funcionó: a la siguiente
visita, oí que Andrés decía a la familia:
“Es que esta tarde voy al cine con los amigos…”. ¡Ya se sentía a gusto aquí!
¿Y qué tal fue la estancia de Messi?
Era muy callado, como si fuese invisible, pero yo preguntaba a sus
compañeros y me decían: “¡Siempre pide la pelota, es el mejor!”.
¿Y Puyol?
¡Todos le trataban ya como a su capitán!
¿Y Valdés?
El más juguetón y travieso, ja, ja…
¿Y Bojan? ¿Le da ahora algún consejo?
Sí: que aproveche su nueva situación como una gran oportunidad para crecer.
Aquí se forjan amistades eternas, ¿no?
Sí, se quieren mucho. El sentimiento de familia, de pertenencia, es muy, muy fuerte.
¿Es una clave del éxito de este Barça?
El éxito es que estos jugadores se sienten parte de un proyecto desde chavales.
Al entrar en la Masia, ¿qué sueñan?
Convertirse en estrellas del fútbol y jugar un día
en el primer equipo del Barça de fútbol. Lo sueñan ellos y lo sueñan
sus padres.
¿Y cuántos de ellos lo consiguen? Uno y medio de cada diez. ¡Eso es mucho! De los demás chicos, tres conseguirán vivir de su deporte.
¿Y qué sucede con los seis restantes?
Aquí les preparamos para afrontar la frustración, y
de aquí salen formados académica y humanamente para acometer cualquier
opción laboral que quieran.
Entonces, sus padres pueden estar tranquilos, ¿no?
Es un trabajo conjunto… Los padres son a veces los que postergarían
los estudios de sus hijos, de tan ansiosos que están por verles
triunfar deportivamente…
¿Y qué dice usted a esos padres?
Que necesito su ayuda para que su hijo no pierda aquí su precioso tiempo: ¡y disciplinarse en los estudios es fundamental!
¿Y lo consiguen?
El otro día nos visitaron los responsables de la Liga inglesa… y se
quedaron pasmados: doce jugadores del Barça B son estudiantes
universitarios. ¡No se lo podían creer!
¿Qué idea central intenta transmitir usted a los chavales?
Que la excelencia pasa por ser autocrítico, pasa por pensar: “¿En
qué puedo mejorar?”. Y nunca por pensar que la culpa es del entrenador
que me tiene manía y nome da minutos, o que el árbitro me perjudica…
¡No!
¿No?
Son pensamientos estériles, perjudiciales, restan energía, ¡pues
nada puedes hacer al respecto! “Pero sí puedes hacer algo: ¡darlo todo
en los entrenamientos!”, les digo.
Buen consejo.
Implícate al 100% en cada cosa que haces: si no consigues todo, al
menos no tendrás que reprocharte nada. Dalo todo en los entrenamientos,
en los partidos, en los estudios, en la juerga, con los compañeros…
¿Eso les enseña?
Sí: tu destino te lo marcas tú, y quejarte de terceras personas… ¡te hace débil!
¡No es la filosofía Mourinho!
Mourinho debería preguntarse qué le ha faltado hacer para no haber
podido superar a su rival. Mi filosofía es que las adversidades
proporcionan experiencia para avanzar.
¿Qué tipo de adversidades?
Una lesión grave, una derrota, un tiempo sin poder jugar… ¡Superar eso fortalece!
¿Cuándo y cómo nació la Masia?
El 20 de octubre de 1979, durante la presidencia de Núñez, con la idea de formar a jóvenes talentosos y evitar fichajes caros.
Ha resultado ser una gran idea.
Desde niños les enseñamos a poseer la pelota, hacerla circular y no
perderla, ¡a que la técnica prime sobre la fuerza! Aquí trabajamos
sobre cuatro patas: el talento deportivo, el físico, la personalidad y
el entorno.
¿El entorno?
La Masia constituye una familia para los chavales, con los
educadores, los entrenadores, los cocineros… Aquí hay calor de hogar.
¿Qué valores principales enseñan?
Los que querrías para tus hijos: respeto, humildad, perseverancia,
resistencia a la frustración. Pero sin citarlos: viviéndolos.
Y si alguno hace algo mal, ¿qué?
Enseñamos que no somos máquinas perfectas, pero que luego debes tener el coraje de proclamar: “Aquí me he equivocado”.
Forja de héroes
En este lugar se forjan los héroes que un día serán jaleados por
millones de personas. Estamos en la Masia (la nueva Masia, en la ciudad
deportiva del Barça, en Sant Joan Despí), el lugar en el que residen
chicos de 11 a 18 años para formarse deportivamente.., pero también
académica y humanamente. El responsable de su educación es Carles
Folguera, ex portero de hockey, pedagogo y director de la Masia desde
hace diez años. Su pasión pedagógica ha ayudado a amueblar la cabeza de
Iniesta, Messi, Bojan, Pedro, Puyol… Empático, sensible, sosegado,
habla con una sensatez imponente: ya entiendo por qué de aquí salen
jugadores de fútbol que son un ejemplo para el mundo.
Pudo haber jugado en Boca. Fue a comienzos de los años 60,
cuando Alberto J. Armando lo fue a buscar a Madrid para que dejara el
Atlético y se sumara al equipo de estrellas que estaba conformando. “Te
quiero llevar a Boca, te pago el doble”, le dijo el legendario
presidente xeneize. “Don Armando, yo recién llegué acá y tengo cinco
años de contrato”, respondió él. Recién en 1996, como coordinador de
Inferiores, Jorge Griffa y Boca se encontraron. La relación se
interrumpió cuando se fue a trabajar para la Federación Mexicana. Y
renació el año pasado, ya no como jefe sino como una especie de
consultor y supervisor. “Ahora manejo mis tiempos, sin la exageración y
la locura de antes, cuando trabajaba de 8 a 22”.
-¿Cómo encontró a las Inferiores en su vuelta?
-Tanto
en Newell’s como en Boca, cuando agarramos la primera vez, estaban
menos diez. Ahora, acá está todo encaminado. Lo que sí cambió en este
tiempo es la mentalidad de los chicos, porque se insertó un problema,
que es la parte económica.
-¿Antes los pibes jugaban por jugar y ahora no?
-Era jugar por el hecho de llegar a Primera. Ahora cambió y tomaron un
perfil económico, llegar a Primera para ganar dinero. Eso tiene que ver
con que antes se iban menos a Europa y había que jugar mucho tiempo más
para poder irse. Es un cambio que empezó a darse cuando llegué a Boca en
1995. Hoy se pierde el equilibrio: primero debe ser el fútbol y luego,
lo económico.
-¿Lo económico afectó el nivel?
-No le ha hecho nada bien, cuando hay una exageración es perjudicial. El aspecto económico tomó un nivel superlativo.
-Ahora que está de nuevo, en esta realidad, ¿cómo analiza el fútbol juvenil del club?
-Va
a tener su proyección, como está programado, lo que pasa es que los
tiempos son los tiempos. Después de los 15 años se empieza a ver lo que
puede ser como jugador y sigue creciendo. De los 20 a los 24 demuestra y
avisa que seguirá en desarrollo. Y después de esa etapa alcanza el
momento cumbre. Hasta que a los 30 entra en la realidad de la vida. La
parte técnica se mantiene, la física se va perdiendo y la psicológica es
cada vez más brillante.
-El trabajo en juveniles se mide por los jugadores que aparecen y se venden. ¿Hay más?
-Que no queden dudas de que van a seguir apareciendo. Naturalmente, el
equilibrio de las ventas y el desarrollo de los chicos v
a de la mano.
Los directivos deben pensar que van a poder vender cuando tengan el
relevo correspondiente y no antes.
-¿Por qué en este momento no aparecen?
-Sucede que el estado de crispación en la sociedad se corre para el
lado del fútbol. Hay ansiedad desmedida. Si ganás, sos exitoso; y si no
ganás, es un fracaso. Es la ley natural. El club y los técnicos no
quieren estar del lado de la parte perdedora. Pero no hay que pasarse de
rosca.
-¿Cuándo es más fácil llegar a Primera? ¿Cuando Boca ganaba todo o ahora que no se gana?
-Si se pone a un chico en Primera y se está en etapa perdedora, se hará
muy difícil. Y en etapa ganadora, en cambio, con toda seguridad habrá
un porcentaje elevado de tener éxito.
Sin
lugar a dudas, esto de las causas por las que nuestro fútbol base se encuentra en un momento de “crisis”
en cuanto a lo relacionado con el proceso de formación, llegando a tal punto de
estar sobre diagnosticado las respectivas causas. De tal forma que es mejor comenzar
con algunas soluciones-aportes para que demos un viraje a lo que creíamos como
cierto, no importa que el cambio sea un poco traumático. Sé que se requerirá de
un giro de casi 180º (¿Seré demasiado dramático?).
La
cuestión de este asunto, de transformación deportiva, primero deberá hacerse
desde los protagonistas que lo guiarán: los directivos, los directores
técnicos, entrenadores, preparadores físicos, monitores, instructores, entre
otros.
Aunque
se pronuncie la conformista frase “Loro viejo no aprende a hablar”, considero
que no es tan radical dicha frase, ya que casos se han dado de jugadores que
fueron tildados en sus comienzos como “Troncazos” pero que al final con su
pasión y trabajo consciente, se convirtieron en figuras locales, e incluso, de
talla internacional. No obstante, darles un aliento esperanzador a todos
diciéndoles que sí es posible derrumbar falsas creencias y que podemos
transformarnos para poder transformar positivamente todo el andamiaje del
fútbol de base, debido a que existe la posibilidad para tal fin.
Recuerden
todos ustedes que para poder ser un “Santo”, debemos haber sido primeros que
todo, “Grandes pecadores”. Podemos saber de fútbol, pero el problema estriba en
si lo conoces y comprendes o por el contrario, continuas reproduciendo viejas
metodologías. Se puede hablar de la oscuridad y de la luz, pero si no has
conocido el infierno, no podrás conocer el cielo... Asimismo, cabe resaltar la
corriente de nuevas metodologías que se vienen teorizando y llevando a la
acción por un grupo de inquietos “nuevos estudiosos” del tema en lo que
respecta al proceso de enseñanza-aprendizaje sistémico en el fútbol de base.
GESTIÓN
DE LOS PROCESOS DEPORTIVOS EN EL FUTBOL.
Los
procesos deportivos en el fútbol están estrechamente ligados a los modelos de
entrenamiento utilizados porr las organizaciones y este conocimiento va a la
par con el de la ciencia. El fútbol, como un proceso de enseñanza y
aprendizaje, no es ajeno a los avances en los modelos y teorías que se han ido
desarrollando en aquellas ciencias que estudian la enseñanza del deporte a
nivel general y, en particular, el propio del fútbol.
Lo
que hoy es válido en el fútbol, mañana puede resultar ya superado o anticuado.
El entrenador de fútbol debe tener una mentalidad abierta, ser receptivo y
procurar adaptarse a las nuevas exigencias y evolucionar sin pausa para no
quedarse atrás. La propia dinámica del fútbol, en cuanto a su desarrollo y
exigencias evoluciona, y el entrenador no puede desconocer esta realidad.
El
entrenador, dentro de su responsabilidad y autonomía de acción, debe procurar
ser creativo y no reproducir modelos arcaicos y obsoletos, muy alejados ya de
la propia realidad del juego, proponiendo situaciones de aprendizaje que sean
significativas para los jugadores y para la adquisición de las habilidades para
poder jugar al fútbol.
Obviamente, hay que ser respetuoso con teorías
y modelos que se han desarrollado, puesto que han sido la base para poder
llegar a las nuevas teorías y modelos de aprendizaje en el fútbol.
Si
atendemos a las pautas de actuación en la enseñanza y el entrenamiento del
fútbol, podríamos decir que cada maestro tiene su libro, refiriéndonos a que
cada entrenador suele tener una forma de trabajo. Así que, en algunos casos, la
enseñanza o el entrenamiento del fútbol responde a concepciones que se acercan
más a las ideas tradicionales del fútbol y, en otras, las concepciones se
acercan más a los procesos didácticos.
Tradicionalmente,
prevalecía la idea de que primero se debe aprender la técnica de forma aislada
y repetitiva, para luego aprender situaciones tácticas. Este método de
aprendizaje orientado de lo aislado a lo complejo, se basaba en el aprendizaje
sin error y el comportamiento del juego está formado por la suma y acumulación
de componentes físicos, técnicos, tácticos y psíquicos sueltos.
En
definitiva, a la hora de competir, se pretendía que el jugador respondiera como
un todo (la suma de las partes) aunque en el entrenamiento se hubiera efectuado
de una manera simplificada.
Encontramos
entonces que estos modelos de entrenamiento centraban principalmente toda la
atención en el mecanismo de ejecución, en donde lo importante es el hacer. Se
buscaba esquemas de acción rígidos y estereotipados que serían los que
servirían para luego aplicarlos a la competición. Para ello, el entrenador
debería emplear la demostración y repetición porque de esta manera conseguirían
ciertas habilidades técnico-tácticas del fútbol que servirían como modelos de
ejecución. Además, suele dar constantemente instrucciones a sus jugadores sobre
qué hacer, cómo y cuándo, sin saber que hacer.
Lo
malo de todo esto es que el actuar sin pensar, en muchas ocasiones, es sinónimo
de irreflexión, desconocimiento, improvisación, falta de implicación y por
supuesto de protagonismo. Jugadores totalmente dependientes de su entrenador.
Jugadores que "no piensan", están esperando las indicaciones del
entrenador para actuar.
Pero
es más, tal y como vamos a ver, el fútbol requiere de un conocimiento para
poder percibir e interpretar las condiciones que se dan en el entorno
(compañeros, adversario y balón). La falta de conocimiento dará una mayor
incertidumbre a los jugadores y no podrán actuar con eficacia en las situaciones
de juego.
En
la actualidad se ha sustituido el enfoque conductista por el llamado sistémico,
lo que ha supuesto un cambio en la concepción del entrenamiento.
En
un primer momento se empieza a concebir que el resultado del entrenamiento vaya
a algo más que la pura repetición mecánica y automatización de gestos, donde lo
más importante no era pensar, sino actuar, dejando de lado aspectos cognitivos
y motivacionales. Por el contrario esta nueva teoría considera los procesos
sistémicos de los alumnos-jugadores durante el desarrollo de la práctica, Así
en los procesos de entrenamiento se busca los significados que éstos tiene para
los jugadores, siendo importantes las percepciones e interpretaciones de que
ellos puedan hacer.
Estas
cuestiones son de gran importancia para el fútbol, nos encontramos que el
fútbol es una habilidad abierta y eminentemente perceptiva, por lo que no habrá
que considerar no sólo el mecanismo de ejecución, sino el mecanismo de
percepción y el mecanismo de decisión, siendo los tres de gran importancia para
el aprendizaje y el desarrollo del juego del fútbol.
El
fútbol es un deporte muy complejo dónde el nivel de incertidumbre es muy
elevado. Si además considerando los distintos acontecimientos y situaciones de
juego que se dan en su desarrollo, requiere que los jugadores deban estar
percibiendo e interpretado el entorno para poder decidir y ejecutar
correctamente. Dándose un cierto nivel de incertidumbre por la variabilidad de
situaciones y acciones, para ello surge la necesidad de obtener información del
entorno, en función de ella se decide, para lo cual se necesita de una
inteligencia para resolver las situaciones complejas del juego.
Un
jugador acostumbrado a obedecer las órdenes de su entrenador o a ejecutar los
ejercicios sin reflexionar sobre los mismos tendrá más o menos posibilidades de
someterse a altos niveles de incertidumbre. El entrenamiento tiene que
preocuparse de capacitar al jugador para tratar con diferentes grados de
incertidumbre, y considerar la optimización del aprendizaje como un proceso
global de solución de problemas motrices, es decir de dominio y aplicación
inteligente de lo aprendido.
Es
importante habituar a los jugadores a que interpreten y comprendan el juego del
fútbol ("cómo leen el juego") mediante la implicación en su análisis
a partir de los conocimientos que ellos tienen.
Para
poder optimizar los aprendizajes, hay que entender los procesos del fútbol como
complejos en su dominio y aplicación, para lo cual habrá que buscar su
comprensión y no únicamente como la repetición mecánica de gestos técnicos y
acciones tácticas. Con demasiada frecuencia damos a los niños soluciones para
recordar, en vez de problemas para resolver.
Cuando
damos la información sobre las actividades de aprendizaje, ¿Queremos que sean
puros asimiladores de la información y reproductores fieles del modelo de
aprendizaje que le damos?; o por el contrario, ¿Queremos que sean ellos los que
interpreten la información y busquen por si mismo la manera de resolver el
problema motor? Nosotros somos de la opinión que una vez que se ha presentado
un problema de juego del fútbol para ser aprendido, deben ser los jugadores los
verdaderos protagonistas en resolverlo. El jugador aprende cuando es capaz de
analizar, decidir y actuar de manera reflexiva: capacidad de actuar y responder
a sus percepciones.
Propugnamos
un entrenamiento del fútbol más cognitivo, en el que se asume que las acciones
que debe efectuar los jugadores de fútbol son en su mayoría deliberadas y que
como personas, no sólo reaccionan a los acontecimientos y situaciones de juego,
sino que analizan y deciden sobre la situación y actúan de un modo reflexivo.
Además, debemos considerar lo afectivo y lo social de los jugadores, las
creencias, el pensamiento y los sentimientos afectan al comportamiento y al
aprendizaje.
Mediante
la enseñanza del fútbol desde una perspectiva sistémica, debemos crear un clima
social adecuado para que los jugadores puedan responder según sus experiencias
y vivencias, teniendo en cuenta la idiosincrasia y el contexto de donde se
produce el entrenamiento
En
consecuencia, nos encontramos que el fútbol presenta unas características muy
diversas en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Debemos plantear situaciones
en donde los jugadores se encuentren como protagonistas en la construcción
significativa de las acciones que están ejecutando, sabiendo lo que están
haciendo y con una implicación afectiva y social importante. El ambiente social
de aprendizaje que se propicia es consecuencia de una equilibrada interacción
entre los jugadores y el entrenador el contenido del fútbol, donde los
primeros, como protagonistas propios de sus aprendizajes, procesan la
información y van resolviendo las situaciones problemáticas, y los segundos
media y facilitan los procesos de cognición compartida.
EL
ENTRENAMIENTO DE FÚTBOL BASE DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL PENSAMIENTO SISTEMICO.
En
la actualidad, existen distintas teorías acerca del entrenamiento y la
enseñanza de los deportes colectivos, planteándose diversos modelos sobre cómo
debe abordarse estos deportes y por ende el fútbol.
La
inclinación que tienen, a partir de un análisis del juego y de su estructura,
es la de plantear la enseñanza o el entrenamiento de manera más sistémica, en
una dimensión compleja, próxima a la realidad del juego y a las condiciones que
se dan en la competición. El proceso debe partir del análisis del juego, de
definir los problemas que se les presentan al jugador y al equipo en cada
momento.
Frente
a la preocupación tradicional por la preparación física y técnica para poder
llegar a la táctica (subordinación de ésta a los otros factores), surge una
preocupación por:
La
realidad del juego de fútbol: lo físico, lo técnico y lo psicosocial en el
contexto táctico (subordinando todos los factores a lo táctico).
Se
basa en la inteligencia de juego: necesidad de su comprensión y resolución de
las situaciones-problema (adaptación).
Insistimos,
por tanto, a un planteamiento metodológico en el que los entrenamientos,
basados en el comportamiento de juego, deberán ser más integrados y menos
analíticos. Además, los factores técnicos, tácticos, físicos y psíquicos
aparecen con características diferentes pero siempre juntas e
interrelacionados.
Si
el jugador durante la competición de fútbol se involucra en la acción de juego
física, técnica, táctica, psico y socialmente, es lógico que el entrenamiento
debe ser lo más perecido posible al juego del fútbol, abarcando todos estos
aspectos, buscando una interdependencia e influencia mutua entre estos
contenidos del entrenamiento, influyendo en el aumento del rendimiento de los
jugadores.
Por
ello, Bangsbo (1997) considera que el jugador ideal de fútbol debe tener una
buena comprensión táctica, ser técnicamente hábil, mentalmente fuerte,
funcionar bien socialmente dentro del equipo y tener una elevada capacidad
física.
UNA
PROPUESTA MÁS SISTEMICA EN EL FÚTBOL BASE.
Atendiendo
a lo expuesto hasta ahora, nos llevan a enfocar los entrenamientos mediante
formas más integradas, que que involucren todos los factores que inciden en el
rendimiento (técnico, táctico, físico, personal y social). Debemos buscar o
usar estrategias de aprendizaje para que los jugadores sean capaces de
encontrar respuestas adaptadas a los problemas que se originan de la práctica
de juego mediante situaciones de cooperación y oposición.
De
esta manera, plantear situaciones-problema mediante juegos colectivos, debe
constituir la base del entrenamiento, mediante las orientaciones oportunas
determinadas por los objetivos establecidos.
Mediante
la intervención didáctica del entrenador, deberá facilitar situaciones en las
que los jugadores puedan encontrar las posibilidades de actuación e implicación
en las actividades propuestas y los correspondientes aprendizajes
satisfactorios, motivantes y cercanos a sus intereses, atendiendo a los valores
y propósitos trazados a través de la práctica del fútbol.
La
propuesta de intervención didáctica que promulgamos para que el aprendizaje del
fútbol sea más sistémico consiste, en la
didáctica del juego basada en las situaciones, es decir, proponer la enseñanza
o entrenamiento de manera conjunta, con un contexto complejo, más cercano a la
realidad del juego y a las situaciones que se dan en la competición, partiendo
de un análisis del juego y su estructura. En esta línea de trabajo el
comportamiento de juego se entiende como un aprendizaje global, que depende de
la situación y donde los factores técnicos, tácticos, físicos y psicológicos aparecen con características
diferentes pero siempre unidas.
Es
por ello, que el entrenamiento integrado debe plantearse a partir del análisis
de la competición (y no al revés), considerando los esfuerzos y acciones que
más predominan y tomarlas de referencia para introducirlas en entrenamientos.
Por
último, la creación de situaciones de juego cambiantes de forma rápida y
continua obliga a los jugadores a tomar decisiones y ejecutar las respuestas
motoras adecuadas en el menor tiempo posible. De ahí la necesidad urgente de
seleccionar y organizar los ejercicios de entrenamiento que respondan
adecuadamente a las exigencias de una determinada situación, sea de
aprendizaje, de perfeccionamiento o de desarrollo. De esta forma
desarrollaremos la inteligencia de juego en el jugador de fútbol.
El
fútbol como juego se manifiesta sistémica mente sin poder dividir las partes
que lo componen: parte coordinativa (elementos técnicos), parte cognitiva
(elementos tácticos y personalidad del jugador) y la parte condicional
(capacidades físicas requeridas).
FASES
DE UN ENTRENAMIENTO SISTEMICO INTEGRADO EN EL FUTBOL BASE.
Determinar
el objetivo de aprendizaje, seleccionando la capacidad física a trabajar y el
contenido técnico-táctico.
Comprobar
el estado efectivo de los jugadores y qué nivel de rendimiento individual
existe en cada uno.
Conocimiento
por parte del jugador de entrenamientos anteriores.
Diseño
de las sesiones y las condiciones de los ejercicios.
Desarrollar
las sesiones integradas en el campo.
Posibles
variables de evolución en el diseño de tareas integradas.
Análisis
y evaluación del proceso para posibles
cambios.
No
todo puede ser teoría, aunque como es bien sabido por cada uno de nosotros,
teoría sin práctica puede ser una aproximación y, práctica sin teoría, puede
lindar con una opinión. A veces, opinar, puede hacernos parecer que
desconocemos el tema en gran parte del mismo. La seguridad del conocimiento
está en fusionar lo que se sabe con lo que se practica. La teoría con la
experiencia personal comparada con la realidad adyacente.
Las
siguientes propuestas surgen de la supuesta frase “En el momento que tú
comienzas a enseñar, es cuando empiezas a aprender”. En otras palabras: enseño
con estas propuestas lo que deseo aprender.
Cuando
el profesor está enseñando, el alumno es su maestro. El alumno le enseña al
profesor, cuando está aprendiendo de él. Somos maestros y alumnos al mismo
tiempo.
PROPUESTAS
PARA UN FÚTBOL DE BASE SISTEMICO.
Estructurar
la anterior propuesta como una oportunidad de contribuir para un fútbol de
base íntegro, ha sido posible gracias al
otorgamiento que nos brinda la vida; ya que “La vida es una continua creación”.
Dicho de otra manera: “Lo más maravilloso del ser humano es que puede decidir
crear en el presente lo mejor para si mismo, si en el pasado no decidió
hacerlo”.
Definitivamente,
si “el fútbol del presente ha cambiado demasiado” (¿o lo han
descontextualizado?), “hoy no dejan jugar como antes” (¿Quién o quienes no
dejan jugar?), ¿o los futbolistas han dejado de jugar?; programemos entonces
entrenamientos integrales en los que no haya espacio para excusa alguna.
Al
igual que lo expresa Leonel Álvarez: “Cuando hay jugadores inteligentes, no hay
necesidad de repetir” (2), considero que cada uno de nosotros somos demasiado
inteligentes. Entonces, ¿por qué seguimos repitiendo metodologías tradicionales
en el proceso de enseñanza-aprendizaje en el fútbol de base?
Bibliografía.
(1)
De la monografía: “Modelo de gestión integral para clubes de fútbol
colombianos”. Rafael Antonio Álvarez López. Juan Jairo Arboleda Arango.
Guillermo de Jesús Bedoya Quintero. Gonzalo de Jesús Gómez Giraldo. Programa de
formación deportiva para técnicos de fútbol. Liga Antioqueña de Fútbol. Julio
de 2011.
(2) “Leonel Álvarez: un espectáculo en la
cancha como asistente”. Reportaje. Periódico El Tiempo. 20 de junio de 2011.
José Mourinho dirige su equipo como
Riccardo Muti su orquesta; y Pep Guardiola al Barça como Herbert von
Karajan dirige la suya. Aunque parezca que la música clásica y el fútbol
no tengan muchos aspectos comparables, cuando se analiza a qué se
tienen que enfrentar los directores de ambas actividades para conseguir
el éxito, sí que se pueden trazar algunas similitudes.
Hacer trabajar a un grupo de personas
juntas en la misma dirección, para conseguir un objetivo común, es algo
que muchos líderes intentan cada día. Cuando este grupo de personas son
profesionales de alto nivel, el reto para el líder es más difícil. Si
algunos de los miembros del equipo se consideran estrellas (o fueras de
serie) en su profesión, hacerles parte de un equipo, una pieza más, es
una tarea que sólo algunos grandes líderes son capaces de llevar a cabo.
Existe mucha literatura y teorías de
cómo ser un buen líder, de cómo motivar a un equipo de personas. Lo que
es evidente es que no hay un modelo único de liderazgo y que el
utilizado por cada líder, sea en el campo que sea, debe ser auténtico,
es decir, en sintonía con los valores de éste, su carácter y su
personalidad.
El director de orquesta israelita Itay
Talgam opina que dirigir una orquesta sinfónica es armonizar muchas
historias (la del compositor, la de los músicos, la de los fabricantes
de los instrumentos, la de la audiencia,…) para que formen una sola.
Para ello, es necesario coordinar a un grupo de profesionales de
altísima cualificación, con dominio de técnicas muy complejas obtenidas a
través de años de estudio y práctica, un grupo de artistas que
interpretan una obra de arte. Hacer que esta mezcla de técnica y arte
individuales se ejecute en sintonía con decenas de colegas, es todo un
reto para el director.
En la conferencia de TED, Itay Talgam
explica, de una manera sumamente divertida y llena de sentido del
humor, su análisis sobre la forma de dirigir que tienen todos estos
grandes maestros. En unos divertidos 18 minutos vemos el estilo de
dirección de estos grandes directores y cómo interactúan con sus
músicos.
El nivel de diferenciación que van adquiriendo los estilos de
dirección y la forma en que proyectan su imagen Guardiola y Mourinho
requieren una atención que entiendo que va más allá de lo deportivo.
Hace ya unos meses publicaron un libro en esa línea dos profesores de
liderazgo empresarial (Gallardo y Cubeiro, Alienta Editorial), y el
mismo Guardiola ha protagonizado una campaña de publicidad de una
institución financiera que partía de su filosofía de dirección de
equipos. También hay quien ha comparado sus estilos a los de directores
de orquestas famosos, acercando Mourinho a Muti y Guardiola a Von
Karajan, basando esa afirmación en una magnífica presentación del
director de orquesta Itay Talgam disponible en Internet (www.ted.com).
La dimensión global del FC Barcelona y del Real Madrid, su constante
rivalidad y los contrastes entre ambos personajes ayudan a la
popularidad de esos contrastes.
Riccardo Muti: Como se ve en el vídeo, Muti entiende su labor como la de “preservar la esencia de la pieza, como la creó su compositor”
(o cómo Muti interpreta que el compositor la creó). Para ello da las
órdenes claras, quizás demasiado claras. No permite a los músicos
ninguna desviación de la pauta marcada. Muti es un gran maestro
reconocido mundialmente, pero ese excesivo control llevó a que los
músicos de la Scala de Milan le pidiesen en bloque que se fuese ya que
no les proporcionaba la mínima automomía necesaria para expresar su
arte, sus sentimientos, dentro de la pieza. Se sentían como máquinas en
las manos de Muti y no podían contribuir, eso les desmotivaba.
Herbert von Karajan:
Todo pasa dentro de su cabeza y los músicos deben deducirlo. Cómo intuir
lo que pasa por la mente de von Karajan es difícil: tienen que mirarse
unos a otros y coordinarse entre ellos, mientras “van asumiendo” lo que
el director quiere a través de sus gestos ambigüos. Él marca la
filosofía, el estilo, los principios,… para después, dejar al equipo
interpretarlo con libertad pero siguiendo su idea, sin
sobre-comunicarla. Esta forma de dirección hace que el grupo esté más
unido y sean dependientes unos de otros. Hay un liderazgo compartido.
Estos ejemplos, sacados del mundo de la
música, son completamente asimilables a muchas otras actividades donde
grupos de personas actúan unidas. El líder combina en armonía:
motivación, automonía, libertad, disciplina, grupo, técnica, arte,…
Descifrar y copiar su estilo y fórmulas de éxito es una labor muy
complicada, ya que mucho de ello está basado en personalidad y
experiencia.
En el mundo del fútbol nos encontramos
con dos líderes de éxito: Mourinho y Guardiola, cada uno con un claro
modelo de dirección, y significativamente diferente entre ellos.
José Mourinho: Puede
gustar más o menos, caer bien o mal, pero lo que es indiscutible es que
sabe ganar. Su estilo parece muy similar al de Muti: orden, control,
disciplina, y en definitiva “aqui mando yo, y pase lo que pase yo soy el responsable”. En este vídeo de Cuatro se presenta su estilo y sus “10 mandamientos”. Su principal mandamiento: “La victoria por encima de todas las cosas”
Sus mandamientos relacionados con su filosofía de equipo:
“Los jugadores no son las estrellas, la única estrella es el equipo”
“La culpa es del entrenador, la responsabilidad de todos”
“Todos los jugadores son igual de importantes, y a cada uno hay que dedicarle su tiempo”
“Cada jugador, antes de cada partido, recibe los detalles personalizados del contrincante en su área de juego”
Sus mandamientos relacionados con la disciplina de grupo:
“Puntualidad”
“El Hotel es un bunker, no se habla con nadie”
“Sólo se consume agua”
“No teléfonos móviles, no visitas”
“Se entrena muchas horas al día”.
Se trata de un estilo muy similar al de Riccardo Muti. En el caso de Mourinho, “la
victoria por encima de todo, yo soy el foco de atención, yo marco las
reglas, los detalles y cada jugador ejecuta su papel como yo se lo
defino”. En el de Muti, “Yo tengo la misión de interpretar la pieza
como el compositor la concibió, y para ello, yo marco todos los
detalles de cómo cada músico lo tiene que hacer. La disciplina de la
ejecución ante todo”.
Pep Guardiola: Pep
entiende el fútbol como un sistema de juego muy especial (dicen que lo
aprendió de Cruyff). Más que amoldar cualquier jugador al sistema,
selecciona a los que mejor se adaptan al mismo. Luego deja que ellos interpreten el juego, los detalles.
Parece que Guardiola está presente, pero
no omnipresente. No comunica los detalles de lo que quiere, pero sí la
filosofía de su manera de entender el fútbol. Mantiene un entorno de
actuación pero, dentro de ese entorno, da libertad a los jugadores para
buscar su lugar. Marca reglas básicas de disciplina, sin embargo, no al
nivel de Mourinho. Pep es el jefe, aunque no lo deja todo claro, hay que
interpretarle.
Como von Karajan, todo pasa en su
cabeza, no lo comunica claramente y los jugadores se tienen que mirar
unos a otros, e interpretar el sistema. La victoria o la pieza es
importante, pero hay algo más: belleza, autonomía, interdependencia,
identidad… El equipo comparte el liderazgo.
Mourinho transporta una forma de ver el mundo muy individualista y egocéntrica. Me interesa aquí tratar de conectar esa fuerte dualidad con temas más
sociales y políticos. Entiendo que Mourinho transporta una forma de ver
el mundo muy individualista y egocéntrica. Constantemente se esfuerza
en dejar claro que él es un profesional, un free rider, que hoy
está aquí y mañana estará en otro lugar. Tras el partido contra el
Málaga, insistió: "Si no están contentos, me voy", y acusó al resto del
mundo de ser hipócrita. Quiso dejar claro que no le preocupa que con su
actitud erosione la tradición de "señorío" del Real Madrid. Su última
frase en la rueda de prensa fue una verdadera perla: "Mi mundo es otro".
Una persona sin raíces, que efectúa su trabajo con gran frialdad y
profesionalidad, que parece saber siempre qué debe hacerse y quién debe
hacerlo. No busca el carisma, busca el resultado. No tiene ningún
interés en ser querido. Prefiere ser temido. Le avalan sus resultados,
no sus afectos. Guardiola trata, hasta el exceso, de difuminarse en el
conjunto. Su fuerza es el colectivo. Es políticamente correcto, pero no
es convencional. En su corrección anidan sus valores y convicciones, y
de manera consistente van emergiendo cuando así se requiere. No precisa
hablar de raíces o de coherencia en su trayectoria. Es plenamente
consciente de que transporta esos elementos en su propia figura. No hace
gala de ello. Simplemente es.
Mourinho puede ejemplificar esa figura de ejecutivo frequentflyer,
codiciado por las multinacionales, sin ligámenes ni vínculos personales
o de entorno que le impidan hacer en cada momento lo que sea más eficaz
y eficiente. Un utilitarista nato, poco interesado en saber quiénes son
los que le rodean, sino más bien preocupado en para qué le pueden
servir. Y a los que no le sirven, no tiene reparos en decírselo. Desde
mi punto de vista, señala esa deriva del valor fundamental y muy
contemporáneo de la autonomía personal, hacia un individualismo sin
lazos. Partidario de que cada uno se busque la vida como buenamente
pueda. Las lógicas de solidaridad o reciprocidad resultan desde esa
perspectiva valores molestos o solo justificables desde la compasión de
quien es superior. En esa mirada binaria y evidentemente simplificadora,
Guardiola defiende al máximo la individualidad de sus jugadores, pero
siempre en una lógica de autonomía con. La propia lógica del juego desplegado por el equipo se basa en yo solo no puedo.
La interdependencia es una constante, no una variable. El trabajo en
red se practica como fundamento. Sobran los egoístas, los insolidarios,
los gorrones.
El cambio de época en el que estamos metidos
exige replantear muchas cosas. También las formas de convivir y de
organizarnos. Frente al utilitarismo salvaje del mercado, podemos buscar
antídotos no burocráticos o estatalizadores. Construir lo común, formas
de convivencia que partan de la dignidad de las personas más que de su
estricta productividad mercantil. Mi lectura de las personalidades aquí
caricaturizadas parte del sesgo evidente de mi adscripción desde antes
de tener uso de razón al FC Barcelona. Pero nos deberían hacer pensar en
los modelos de convivencia y de relación en los que preferiríamos
vivir.
En un reportaje publicado en las páginas del rotativo chileno 'El
Mercurio', el periodista Nicolás Olea reúne a algunas de las personas
que han marcado la trayectoria del 'niño maravilla', con el fin de
analizar siete de los detalles que han marcado su corta pero intensa
trayectoria. Siete factores que explican por qué el Barça de Guardiola
se ha fijado en él y quiere que sea blaugrana lo antes posible.
El primer concepto que ayuda a comprender la razón futbolística de ser de Alexis es la mentalidad.
El aún jugador tiene claro que quiere llegar a lo más alto y en este
sentido habla Arturo Norambuena, quien le dio la alternativa en el
Cobreloa en el año 2005: "Alexis no se cansaba de entrenar porque vivía
para un solo objetivo: ser el mejor. Por eso mismo, tampoco se
desconcentraba en otras cosas, como divertirse".
Lagenética también
ayuda a definir a Alexis. El preparador físico de River en el 2008,
Oscar Ortega, considera que el tocopillano "tiene buena remoción de
lactato y una recuperación más rápida. Eso es genético y le permite
recuperarse rápidamente de ejercicios físicos muy destructivos". Un
factor fundamental atendiendo a la larga temporada que le espera al
Barça, inmerso en seis competiciones diferentes.
El tercer pilar de la carrera de Alexis es la estimulación,
una cualidad que el chileno ha desarrollado desde su infacia. Así, el
que fuera kiniesólogo de la selección de Chile, Fernando Zamorano,
apunta a 'El Mercurio' que "se nota que Alexis estimuló sus destrezas y
habilidades futbolísticas desde muy niño, que es cuando se aprenden las
técnicas del deporte. Él vivía con la pelota en los pies y eso le
convirtió rápido en un jugador diferente. Eso mismo hizo que sus fibras
rápidas fueses estimuladas en el momento indicado".
La velocidades
una evidencia en su manera de entender el fútbol. Este aspecto lo
analiza el preparador físico de Alexis Sánchez en la selección chilena
sub20, John Armijo. "la velocidad puede ser genética, pero el atleta
Usain Bolt no es futbolista. Hay factores coordinativos que se educan,
como la técnica en la velocidad y la frecuencia en la carrera", indica.
Armijo también incide en un quinto pilar de la carrera de Alexis: la alegría.
Puede parecer un aspecto secundario, pero no lo es, como apunta el
preparador físico: "La alegría le ayuda a recuperarse más práctico". El
mítico Jorge Aravena dirigió al 'niño maravilla' en la Sub15 y considera
que Alexis es "feliz en el fútbol, goza jugando, teniendo la pelota,
amagando o rematando".
La sexta palabra que aparece en este análisis es descanso.
Los preparadores físicos que ha tenido coinciden en la importancia del
respeto que el tocopillano da a los tiempos de descanso para estar
siempre a punto. "Los velocistas tienen fibras rápidas y están más
propensos a problemas musculares, por la falta de oxígeno en ellas",
manifiesta a 'El Mercurio' John Armijo. En este aspecto, Italo Traverso
preparador físico de Alexis en el 2005, cuando defendía la camiseta de
Cobreloa, añade que el jugador "siempre respetó los tiempos de descanso,
el sueño, el entrenamiento invisible".
Finalmente, el hambre acaba
de definir a Alexis Sánchez. Hambre de fútbol, de éxito, por supuesto.
"Cuando pierde la pelota, la trata de recuperar inmediatamente. Ojalá
todos los delanteros tuvieran esa característica. Es un hambre
especial", afirma Armijo, quien también recuerda que "el mejor psicólogo
de Alexis fue su niñez con carencias".
Mentalidad, genética,
estimulación, velocidad, alegría, descanso y hambre. Son los
ingredientes de un cóctel explosivo de fútbol con el nombre de Alexis
Sánchez y con destino al Barça, si no lo impide nadie.
Los magos convierten en realidad la fantasía variando a su
antojo lo que le rodea. Helenio Herrera enseñó que en el fútbol nada es
imposible. Su único pretexto fue ganar en tiempos en los que el estilo sólo
preocupaba a la hora de levantar un trofeo. Su ego se alimentó de títulos. HH
revolucionó el juego y se empeñó en demostrar que, a veces, una persona es más
importante que un equipo.
Polémico, charlatán, provocador o genio. Herrera acopió
tantos calificativos como frases polémicas para el lapidario del fútbol. Quizá
su personalidad díscola fue consecuencia de una infancia complicada que marcó
su nómada estilo de vida. Nació en Buenos Aires en 1910, según su partida de
nacimiento -en 1916, según defendió falsamente toda su vida-. Hijo de andaluces
(padre de Estepona y madre de Gaucín), con 16 años emigró a Marruecos para
buscar junto a sus padres una vida más fácil. Tuvo que renunciar a su deseo de
triunfar en Boca Juniors, en cuyo equipo juvenil actuó de delantero centro.
Casablanca no fue un destino de su gusto y en poco tiempo hizo las maletas para
viajar a Europa, a París. Inició entonces su vida lejos de la familia y comenzó
a formarse el mito.
Su primera experiencia como entrenador fue el Puteaux, desde
el que dio el salto en 1945 al Stade Français, club en el que antes había
triunfado como jugador. Fueron los primeros de los 15 equipos que dirigió. Tres
años después cruzó la frontera rumbo a España, el destino de sus primeros
éxitos. La afición del Atlético de Madrid le recibió recelosa y marchó directo
al Valladolid a cumplir un año de destierro. Volvió y conquistó dos ligas
consecutivas (1949 y 1950).
Fue suspendido cinco años por firmar en secreto por el Barça
cuando entrenaba al Sevilla
Sus primeros logros dieron coartada a su incontinencia
verbal. Pasó fugazmente por el Málaga, el Deportivo y el Sevilla. La ambición
le pudo y concluyó su etapa en el club hispalense envuelto en la polémica.
Ramón de Carranza, presidente de la entidad por 1957, le denunció a la FIFA
tras descubrir que había firmado en secreto por el Barcelona. Herrera fue
suspendido cinco años y decidió marcharse a Portugal, al Os Belenenses, a la
espera de que se calmase la situación. Finalmente, el perdón llegó después de
que el Barça convenciera al Sevilla con una cantidad que osciló entre uno y
cinco millones de pesetas, según las fuentes que se consulten.
El Barcelona es la consagración de sus habilidades como
técnico. Lo convierte en un equipo ganador que lidera sobre el campo Luis
Suárez, al que rodean otros futbolistas legendarios como Kocsis o Czibor.
En 1961 volvió a cambiar de escudo. Aterrizó en el Inter de
Milán junto a Luis Suárez. Juntos marcaron la etapa más brillante de la
historia del equipo italiano. En ocho años logró tres ligas, dos Copas de
Europa y dos Intercontinentales. Lo más importante de este periplo es la
herencia que dejó para el fútbol. Su sistema de cuatro defensas y un líbero
revolucionó el juego. Se le atribuyó la paternidad del catenaccio, táctica que
ya usó Karl Rappan para convertir en un rival temible a la selección suiza
durante los años 30.
Durante su estancia en el Inter compaginó su tarea con la de
ayudante de Pablo Hernández Colorado en la selección española (de 1959 a 1962)
y la de seleccionador de Italia (de 1960 hasta 1967).
De su éxito en la década de los 60 es de donde se extraen las
claves de su catón futbolístico. Herrera se convirtió en un personaje
obsesivamente detallista. Impuso a sus jugadores un régimen de entrenamiento
rígido.
Les obligó a largas concentraciones, controló sus costumbres
alimenticias.
"Mis jugadores son instruidos al detalle. No pueden equivocarse",
decía.
Su celo profesional se convirtió en un problema personal
cuando en 1973 sufrió un infarto que le obligó a cerrar precipitadamente su
etapa como técnico de la Roma. Su halo triunfador se apagó.
Sus últimas experiencias en el banquillo fueron una concesión
a la nostalgia. Volvió al Inter (73-74), entrenó al Rimini (78-79) y finalizó
su carrera en el Barcelona (79-81) con una Copa del Rey como epílogo. La salud
le obligó a alejarse definitivamente del césped. Su corazón dejó de resistir en
1997, en Venecia.
Giacinto Facchetti, su jugador predilecto, quedó como el
guardián de sus apuntes de fútbol cuando murió. En Italia aseguran que José
Mourinho se interesó por ellos y llegó a contactar con la viuda de Herrera. Sin
duda, el técnico portugués es el reflejo más fiel de aquel tipo cuya figura
quedó encumbrada por los títulos y enturbiada por las palabras. HH puede que no
fuese especial, que no fuese el mejor del mundo, pero en su empeño estuvo
siempre el hacer todo lo posible por ser ambas cosas.
"El fútbol no es la gambeta. La consigna es ganar"
"En el fútbol no hay magia, sí pasión y lucha"
"Yo nunca he tenido diferencias con ningún jugador, incluido Di Stefano y Kubala. Claro, siempre y cuando hagan lo que yo digo"
"Una vez un periodista me preguntó por qué dirijo sólo equipos grandes, pues porque los chicos no pueden pagarme"