En Europa, algunos entrenadores de los mejores
equipos del mundo reducen el entrenamiento a la aplicación de juegos
tácticos menores de poca duración y alta intensidad, estando inmersos en estos,
los componentes de la preparación física (Fuerza, Resistencia y Velocidad) y la
duración de la sesión de entrenamiento no tiene un volumen importante.
Para estos entrenadores, que en sus clubes tienen
los mejores futbolistas del planeta, les resulta fácil estructurar y
simplificar sus entrenamientos, su mentalidad solo está puesta en la
construcción de equipo y en perfeccionar su modelo de juego, y no en terminar
de formar a sus jugadores o regresarse a trabajar deficiencias que no fueron desarrolladas
de la mejor manera en los procesos de formación en la cantera.
Estos jugadores poseen unas características diferentes
en sus estructuras anatómicas y funcionales, en la capacidad de tomar
decisiones acertadas en la realidad de juego, en la inteligencia táctica y en
los diferentes procedimientos técnicos a realizar con y sin balón, además de
tener una mentalidad, cultura y forma de vida acordes a un verdadero atleta de elite.
La razón de ello, radica en que, durante el transcurso formativo-cronológico
desde niños hasta jóvenes, estos futbolistas acumularon miles de horas de
entrenamiento y de información en todos los componentes de preparación:
Desarrollo físico (Innumerables estímulos de resistencia, de trabajo de fuerza,
de velocidad, de coordinación etc.), entrenamiento técnico de base y complejo,
información táctica encaminada a la inteligencia de juego y a la toma acertada
de decisiones con una orientación transversal o constituida en los aspectos de
tipo mental, moral y teórico, lo que produce como resultado final un jugador de
fútbol en toda la expresión del termino, pero con componentes cuantitativos
enormes en cuanto a la cantidad de tiempo utilizada en el entrenamiento a lo
largo de los años de formación en la cantera o divisiones menores.
En nuestro medio, los entrenadores saben de su
oficio, tienen un conocimiento muy especial para seleccionar jugadores de proyección, así como para
orientar los procesos de entrenamiento en el ámbito formativo con miras al
fútbol profesional.
No obstante, se está cayendo en un craso error en
los procesos de formación de nuestros jóvenes futbolistas, se está copiando la
“manera” de trabajar de las corrientes modernas de entrenamiento del viejo
continente, por las siguientes razones:
Entrenar a los niños y jóvenes como a un futbolista
profesional ya consolidado en Europa, se trabaja “cortico y bonito”, no se repite,
no se automatiza y no se corrige, esto condena a la desaparición a los jugadores
que llegan al plantel profesional no formados totalmente y que tienen déficits
notorios en su formación física, técnica, táctica y mental. No se le
permite al jugador trabajar fuerte y racionalmente la parte física y no se le
adicionan tareas extra-entrenamiento, “porque está de más y le genera fatiga y
aburrimiento”.
¿Qué debemos pensar? ¿Que el principio de
adaptación que rige el desarrollo en la naturaleza y que nos hizo evolucionar
de seres unicelulares a complejos organismos, como somos en la actualidad, no
está de acuerdo con el entrenamiento en el fútbol? En otros deportes: Tenis,
gimnasia, atletismo, baloncesto, etc., la maestría se logra cuando a un
extraordinario potencial genético se le suma una cantidad mayúscula
de horas de entrenamiento desde la infancia.
¿Cómo se hace entonces en el fútbol para
desarrollar una enorme capacidad física, una fina destreza técnica y un sentido
táctico profundo basado en el conocimiento de las leyes que rigen el transitar
de la pelota de adelante hacia atrás, de un costado a otro, si se entrena una
hora, una hora y media como máximo?
Entrenar a sus jugadores para ganar el Domingo o para
ganar el titulo en Diciembre, para que las máximas autoridades de los clubes,
los aficionados o la gente del común califique al entrenador por sus
“excelentes logros” y no entrenar para formar, para que su desarrollo e
información sea óptima, holística y completa y les permita trascender en el
futuro en el fútbol profesional.
Estadísticamente, se ha comprobado en nuestro medio
pocos años atrás, que los clubes que más han ganado títulos en categorías
menores, son los que menos han aportado jugadores a los planteles profesionales
de los diferentes clubes de nuestro departamento o país, debido a su filosofía
de trabajo o a su estructura organizacional.
Cabe preguntar, ¿Qué es más importante, formar o
ganar un juego o un título?
La respuesta está en la misma pregunta, si se
trabaja para formar se gana por doble partida, los jugadores bien trabajados,
tienen mejor información, por ende, se ganarán partidos y títulos y
posiblemente serán futbolistas profesionales.
Lo más grave es que esta nueva “forma” de entrenar
(Qué es muy válida en los grandes clubes profesionales de Europa y en fútbol
profesional en nuestro medio), es que contiene un discurso con resonancias de
alta especulación intelectual para luego, descender sin argumentos, sin validez
y sin sustentaciones científicas al entrenamiento, siendo el más perjudicado el
futuro futbolista y por ende el fútbol.
Anteponer en categorías menores “El modelo de juego
y la periodización táctica”, sin qué el niño o joven tengan unas bases sólidas
y estructuradas en el aspecto anatómico-físico, sin que sepan aplicar
procedimientos técnicos, sin que tengan la información para el desarrollo de su
inteligencia de juego y sin una estructura mental que le permita tener
equilibrio emocional para sobreponerse a las adversidades que el juego le
presenta, es difícil formar, es difícil que este trascienda para el fútbol
profesional.
Las situaciones definitivas de juego con o sin
balón se resuelven en velocidad, para generar acciones musculares rápidas, se
requieren de 2 aspectos fundamentales, un sistema nervioso que le dé órdenes a
los músculos para realizar contracciones veloces y unos niveles de fuerza que
respondan acordemente a las posibilidades de las demandas del juego. La
pregunta ahora es a quién le ordena este sistema nervioso si los músculos están
cada vez más incapacitados, pálidos y débiles, debido a las bajas cargas y
estímulos a que se someten los jóvenes futbolistas en formación, “porque el
entrenamiento moderno no permite que se realice trabajo de fuerza, porque hay
otras prioridades desde lo táctico”.
A manera de ejemplo, 2 de los mejores jugadores del
planeta en la actualidad, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, sabiendo que sus
cualidades técnicas, su inteligencia de juego y su carácter, son aspectos que
los hacen diferentes a todos los futbolistas del mundo, pero que también reflejan
la expresión de lo que es un verdadero proceso formativo, ¿cuántas horas de
trabajo de fuerza suman estos 2 futbolistas en su infancia y categorías
juveniles? El cambio de ritmo y la
explosividad de Messi cuando acelera con el balón en su pie, en cada temporada
juega el 95% de los partidos sin lesiones de tipo muscular, esto no es magia,
hace parte de una estructura muscular que fue metodológicamente trabajada a lo
largo de sus años de entrenamiento formativo en la masía.
Por otro lado Cristiano Ronaldo desde los 11 años
se colaba por la noche en el gimnasio de la Academia del Sporting para ensayar
regates con pesas en sus piernas y hacer press de pecho, la velocidad es una de
sus cualidades, pero es su fuerza la que le permite realizar varios sprint seguidos, todo ello, es el
resultado de muchos años de trabajo físico, no son cosas del azar.
A continuación se expone una tabla en la que se suman las horas de
entrenamiento que deberían entrenar desde la infancia hasta la adolescencia que
posibiliten un buen proceso de formación, aclarando que estos volúmenes de
entrenamiento, deben estar soportados por unos estímulos acordes y objetivos,
recordando que por más que se entrene no se va a mejorar, la cantidad debe
estar ligada a la calidad del estímulo.
Además la tabla no es una receta radical, es una
aproximación, que se adapta al medio, a la cultura, recursos y donde se
orienten los procesos formativos.
Horas de Entrenamiento Anuales en Procesos
Formativos
|
|||
Etapas
|
Edad
|
Estructura Temporal del Volumen/Horas-Días-Semanas
|
Horas
|
Iniciación
|
10 Años
|
2 Horas x 5 Días x 40 Semanas
|
400
|
11 Años
|
2 Horas x 5 Días x 40 Semanas
|
400
|
|
12 Años
|
2 Horas x 5 Días x 40 Semanas
|
400
|
|
Etapa de Iniciación/Sub-Total Horas
|
1.200
|
||
Desarrollo
|
13 Años
|
2 Horas x 5 Días x 42 Semanas
|
420
|
14 Años
|
2 Horas x 6 Días x 42 Semanas
|
504
|
|
15 Años
|
2.5 Horas x 6 Días x 44 Semanas
|
660
|
|
16 Años
|
2.5 Horas x 6 Días x 44 Semanas
|
660
|
|
Etapa de Desarrollo/Sub-Total Horas
|
2.244
|
||
Rendimiento
|
17 Años
|
3 Horas x 6 Días x 44 Semanas
|
792
|
18 Años
|
3 Horas x 6 Días x 46 Semanas
|
828
|
|
19 Años
|
3 Horas x 6 Días x 46 Semanas
|
828
|
|
20 Años
|
3 Horas x 6 Días x 46 Semanas
|
828
|
|
Etapa de Rendimiento/Sub-Total Horas
|
3.276
|
||
Proceso Formativo/Total Horas
|
6.720
|
JUAN CARLOS ROJAS PREPRACION FISICA SISTEMICA
RECOPILACION FUTBOL FORMATIVO